Vacunación, alimentación y contagio, respondemos mitos y preguntas sobre enfermedades hepáticas

Vacunación, alimentación y contagio, respondemos mitos y preguntas sobre enfermedades hepáticas

Se define como enfermedad hepática aquella que produce inflamación, daño o infección del hígado. Aunque no todas son nombradas con frecuencia, existen varios tipos de hepatitis y otras patologías como la cirrosis, la hemocromatosis o el hígado graso, que pueden afectar la salud de este órgano que -para algunos- es el segundo más importante después del cerebro. Es por esta razón que en esta ocasión nuestro médico, Dr. Julio Andrés Sanín, CMO SYNLAB Colombia, responderá algunas de las preguntas y mitos más frecuentes sobre este tema. 

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  • ¿La vacuna protege contra todo tipo de hepatitis?

No, hasta el momento no existe ninguna vacuna que nos proteja contra todas las hepatitis pues estas tienen diferentes etiologías (causas) dentro de las que se encuentran virus, parásitos o sustancias químicas. La vacuna más conocida y utilizada es contra la hepatitis B y solo nos protege de esta.

  • ¿Haber sufrido hepatitis me impide donar sangre?

Cierto, las personas que han sufrido hepatitis B o C (especialmente esta última), deben abstenerse de donar sangre así ya se hayan recuperado. Lo más probable es que te pidan esta información antes de querer donar, sé honesto en estos cuestionarios.

  • ¿Las bebidas alcohólicas son las principales causantes de enfermedades hepáticas?

Falso, sí es cierto que el alcohol puede causar enfermedades de este tipo, pero el efecto depende de la cantidad y regularidad de su consumo. Hay otras causas de las enfermedades hepáticas pero el consumo de alcohol no es la principal.

  • ¿La hepatitis es incurable?

Esta afirmación es parcialmente cierta pues hay casos de hepatitis B y C que son crónicos.   Sin embargo esto sucede en un porcentaje bajo y la mayoría de los pacientes sí se recuperan.

  • ¿La única forma de contagiarse es a través de fluidos corporales?

Falso, las diferentes hepatitis tienen vías de transmisión distintas, por ejemplo, la hepatitis B se transmite de persona a persona a través de fluidos como la sangre, él semen, los fluidos vaginales o de madre a hijo durante el embarazo. La hepatitis A, en cambio, se transmite por vía oral al consumir alimentos o aguas contaminadas. 

  • ¿Los pacientes con hepatitis siempre presentan ictericia?

La ictericia (es el color amarillo que presentan piel, mucosas y conjuntivas cuando por alguna razón hay aumento de la bilirubina en la circulación) no siempre se produce cuando hay problemas en el higado. La hepatitis es una causa de aumento de la bilirrubina pero no siempre el aumento de bilirrubina es suficiente para que a simple vista se presente esta coloración. 

  •  Si bebo mucha agua tendré un hígado más saludable.

Falso, aunque el consumo de agua es importante, simplemente beberla no es suficiente. Debemos tener otros hábitos saludables como una  buena higiene, una buena alimentación, estar al día con los esquemas de vacunación, entre otros.

  •  Consumir sal o huevo es perjudicial para pacientes con daño hepático.

Esta afirmación también es falsa. La sal y el huevo no afectan el hígado, lo que sí es cierto es que las personas con enfermedades hepáticas deben tener una dieta baja en grasas.

  • Las personas con sobrepeso sufren de hígado graso.

El sobrepeso no es de por sí una causa para tener hígado graso, de hecho no todas las personas con sobrepeso u obesas lo sufren y algunas personas delgadas sí. Esto porque  dentro de las causas de este problema está el consumo frecuente de alcohol y puede afectar a personas con diferentes pesos en igual medida. 

  • ¿Qué medidas puedo tomar en mi día a día para cuidar mi hígado?

Para evitar la aparición de enfermedades hepáticas es importante integrar hábitos saludables a nuestra vida como una buena alimentación, limpieza adecuada de los alimentos y tratamiento efectivo de las aguas, llevar una vida sexual sana en la que haya medidas de prevención, un bajo consumo de alcohol, no consumir medicamentos sin supervisión médica, y vacunarse siempre que sea posible y requerido.

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